Las vacaciones de verano, la semana santa, navidades, los largos puentes… son tradicionalmente temporada alta para robos. Son fechas en las que chequear el estado de algunos puntos de tu vivienda te puede aportar un plus de tranquilidad y dificultar en lo posible que tu vivienda pueda ser elegida entre el resto, por detalles insignificantes. Con unos simples consejos, puedes reducir significativamente el riesgo: